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Un viaje al oído humano
El oído es uno de los órganos sensoriales más asombrosos del cuerpo humano. Nos permite percibir el mundo que nos rodea a través del sonido y el ruido. Desde el pabellón auricular externo hasta las sensibles hileras de células ciliadas del oído interno, nos espera una estructura compleja y perfectamente afinada. Pero, ¿cómo está construido exactamente el oído? ¿Y cómo funciona el sistema auditivo humano? A continuación encontrará más información.
La oreja: más que una concha
El pabellón auditivo, la parte externa y visible de nuestro oído, es sólo una pequeña parte del complejo sistema que constituye nuestro órgano auditivo. Su función es captar las ondas sonoras del entorno y conducirlas al conducto auditivo. El conducto auditivo es un tubo de unos 2,5 cm de largo que transporta las ondas sonoras recogidas hasta el tímpano. De hecho, el conducto auditivo es crucial para nuestra capacidad de oír las direcciones, ya que modifica el sonido de forma diferente según la dirección.
La función del tímpano en el oído medio
El tímpano es una fina membrana que separa el oído externo del medio y desempeña un papel crucial en la transmisión de las ondas sonoras. Cuando las ondas sonoras golpean el tímpano, éste se pone en vibración. Estas vibraciones se transmiten a los huesecillos.
El oído medio contiene los huesos más pequeños de nuestro cuerpo, los huesecillos: El martillo, el yunque y el estribo. Estos huesecillos desempeñan un papel importante en la transmisión y amplificación de las vibraciones del tímpano al oído interno.
Piense en el tímpano como una especie de trampolín en el que "rebotan" las ondas sonoras para poner en movimiento los huesecillos. Este proceso es fundamental para nuestra capacidad auditiva y nos permite experimentar auditivamente el mundo que nos rodea.
La trompa de Eustaquio
Un importante equilibrio de presiones
La trompa de Eustaquio, también llamada trompa de Eustaquio, es otro componente esencial del oído medio. Conecta el oído medio con la faringe y tiene la importante función de permitir la igualación de la presión entre el oído medio y el entorno externo. Sin esta igualación de la presión, que es especialmente importante cuando se cambia de altitud (como en un avión), experimentaríamos fuertes dolores.
El oído interno
Cómo las ondas sonoras se convierten en impulsos nerviosos
Cuando las vibraciones de los huesecillos llegan al oído interno, el sonido se convierte en señales eléctricas. El oído interno consta de dos partes principales: el órgano del equilibrio y la cóclea o caracol auditivo. Ambos tienen una importancia crucial para nuestra audición y percepción del cuerpo.
La cóclea:
El centro de la audición
La cóclea es el órgano de la audición y tiene forma de caracol enroscado. Está llena de un líquido llamado endolinfa y contiene innumerables células sensoriales llamadas células ciliadas.
Las células ciliadas de la cóclea responden a diferentes frecuencias, lo que nos permite distinguir entre distintos sonidos.
El movimiento del fluido por las ondas sonoras hace vibrar las células ciliadas, lo que a su vez desencadena la conversión de señales mecánicas en señales eléctricas.
Células ciliadas:
Pequeño, pero esencial para oír
Las células ciliadas son increíblemente sensibles y pueden convertir las vibraciones en señales eléctricas mediante su movimiento. Estas señales se envían a través del nervio auditivo al cerebro, donde se perciben como sonidos. Este complicado proceso es la base de nuestra capacidad auditiva y nos permite percibir el habla, la música y todos los demás sonidos que nos rodean.
El órgano del equilibrio:
Mantener el equilibrio gracias al utrículo y al sáculo
Además de la cóclea, el oído interno contiene el órgano del equilibrio, formado por los canales semicirculares, el utrículo y el sáculo. Desempeña un papel crucial en nuestra percepción del movimiento y la orientación espacial.
El utrículo y el sáculo se encargan de medir los movimientos lineales, es decir, los movimientos en línea recta. Los arcuatas, por su parte, se encargan de percibir los movimientos de rotación. Combinando estas diferentes señales, nuestro cerebro puede obtener información precisa sobre la posición y el movimiento de nuestro cuerpo en el espacio.
La anatomía de la audición:
Comprender y proteger
El oído humano es un sistema complejo y sensible. Por lo tanto, puede dañarse rápidamente.
El ruido, la edad, las enfermedades o las lesiones pueden causar pérdida de audición. Conociendo la anatomía de la audición, podemos protegerla mejor. Porque una vez que se pierden las capacidades auditivas, normalmente no se pueden recuperar. Por lo tanto, es importante tomar las medidas adecuadas para prevenir la pérdida de audición.
La protección de la audición:
Una cuestión de conciencia
Al igual que protegemos nuestra piel de los rayos nocivos del sol, también deberíamos proteger nuestra audición de influencias potencialmente dañinas. He aquí algunos consejos sobre cómo podemos proteger nuestra audición:
- Evite los sonidos y ruidos fuertes siempre que sea posible. El ruido prolongado puede dañar la audición de forma permanente.
- Utilice protección auditiva cuando sea necesario, por ejemplo en conciertos ruidosos o cuando trabaje con maquinaria ruidosa.
- Escuche música y otros medios a un volumen adecuado. Un volumen alto puede dañar las células ciliadas del oído interno.
- Hágase revisiones auditivas periódicas para detectar y tratar precozmente cualquier problema.
Ayuda para la pérdida de audición
La pérdida de audición no siempre puede prevenirse, sobre todo si se debe al envejecimiento, a lesiones o a determinadas enfermedades. Pero hay varias soluciones y ayudas que pueden ayudar con los problemas de audición en la vida cotidiana.
Los audífonos ayudan a compensar la pérdida de audición. Permiten a las personas con discapacidad auditiva volver a participar en la vida social y mejorar su capacidad de comunicación.
El amplificador auditivo para TVOSKAR de faller audio ayuda a los afectados a volver a entender por fin la televisión amplificando el sonido del televisor y filtrando el ruido de fondo para que los diálogos se oigan con claridad y nitidez.