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Tipos de pérdida auditiva
Una investigación detalladaCuando hablamos de pérdida auditiva, mucha gente sólo piensa en la sordera. Pero ¿sabía que existen muchos tipos de pérdida auditiva y que pueden afectarnos a todos? A continuación, exploraremos el tema de los "tipos de pérdida auditiva" con más detalle.
¿Qué es la pérdida de audición?
En pocas palabras, la hipoacusia es una pérdida de audición que se produce de forma repentina o gradual. Puede tener distintas causas y producirse de muchas maneras. Puede que de repente descubra que ya no puede oír sonidos agudos o que tiene dificultades para mantener conversaciones en ambientes ruidosos.
La pérdida de audición afecta no sólo al volumen, sino también a la claridad de los sonidos y el habla. En algunos casos, también puede provocar acúfenos, un pitido o zumbido persistente en el oído. Es importante consultar a un profesional a la primera señal para discutir las posibles opciones de tratamiento.
Los dos tipos principales de pérdida de audición
En general, la pérdida de audición puede dividirse en dos tipos principales:
La pérdida de audición conductiva afecta al oído externo o medio. En este caso, el sonido no se conduce eficazmente al oído interno.
En cambio, la pérdida auditiva neurosensorial afecta al oído interno o al nervio auditivo.
Pérdida de audición conductiva
La hipoacusia conductiva es una forma específica de pérdida de audición que se produce cuando se interrumpe el proceso de transmisión del sonido desde el oído externo a través del conducto auditivo externo hasta el oído medio -incluidas las estructuras centrales del tímpano y los tres huesecillos indispensables (martillo, yunque y estribo)- y el oído interno. Este fenómeno impide que el sonido llegue a su destino de forma eficaz y sin pérdidas significativas, lo que puede provocar una discapacidad auditiva.
Las causas de este tipo de pérdida de audición son variadas y pueden ser de naturaleza muy diversa. Algunas de las causas más comunes son:
- Infecciones: Se trata sobre todo de infecciones que provocan la inflamación del oído medio. Estas inflamaciones pueden afectar a las funciones normales del oído y provocar problemas de audición.
- Obstrucciones en el conducto auditivo externo: Estas obstrucciones pueden estar causadas por cuerpos extraños, exceso de cerumen o incluso tumores. Estas obstrucciones físicas pueden impedir el flujo normal del sonido, provocando una pérdida de audición conductiva.
- Problemas en el tímpano: puede deberse a perforaciones, cicatrices u otros daños en el tímpano que interfieran en su capacidad para transmitir eficazmente las ondas sonoras.
- Malformaciones de los huesecillos: En algunos casos, una estructura anormal o una malformación de los pequeños huesecillos encargados de transmitir las ondas sonoras también puede provocar una pérdida de audición conductiva.
Es importante señalar que, en muchos casos, la pérdida de audición conductiva no es permanente y puede mejorarse mediante tratamientos médicos o quirúrgicos adecuados. Estos tratamientos pretenden corregir los problemas subyacentes que impiden la conducción normal del sonido, permitiendo así mejorar la audición.
Pérdida auditiva neurosensorial
La pérdida auditiva neurosensorial, también conocida como hipoacusia neurosensorial, es un tipo particular de pérdida auditiva en la que el problema se localiza en el interior del oído. Más concretamente, el problema radica en las estructuras sensibles de la cóclea, también conocida como cóclea del oído interno, o del nervio auditivo. Ambos son fundamentales para la transmisión de las señales sonoras del oído al cerebro, donde se interpretan como información acústica.
Existen varias causas típicas que pueden provocar una pérdida de audición neurosensorial:
Por desgracia, la triste realidad es que este tipo de pérdida de audición suele ser permanente. A diferencia de muchas otras células del cuerpo, las células ciliadas y el nervio auditivo no tienen la capacidad de regenerarse o renovarse. Por lo tanto, la pérdida de audición causada por este daño a menudo no puede revertirse. Sin embargo, existen varias opciones de tratamiento, como los audífonos y los implantes cocleares, que pueden ayudar a minimizar los efectos de este tipo de pérdida auditiva y mejorar la calidad de vida de los afectados.
- Desgaste de las células ciliadas por la edad: Con la edad, las células ciliadas de la cóclea sufren un desgaste natural. Dado que estas células desempeñan un papel esencial en la percepción del sonido, su degeneración reduce la capacidad de detectar y transmitir el sonido con eficacia.
- Exposición al ruido: la exposición prolongada o intensa al ruido puede someter a las células ciliadas a un estrés considerable, lo que puede dañarlas o hacer que fallen por completo. Los trabajadores de industrias ruidosas están especialmente expuestos.
- Infecciones: Algunas infecciones pueden afectar al oído interno y dañar las células ciliadas o el nervio auditivo. Entre ellas se incluyen algunos virus e infecciones bacterianas que pueden afectar directamente al oído interno.
- Fármacos ototóxicos: algunos fármacos son conocidos por sus efectos nocivos sobre la audición y pueden causar pérdida de audición neurosensorial. Entre ellos se encuentran ciertos antibióticos, los diuréticos de asa y algunos medicamentos contra el cáncer.
- Pérdida auditiva súbita: en raras ocasiones, una pérdida auditiva súbita puede provocar una pérdida auditiva neurosensorial. A menudo se desconocen las causas exactas de esta pérdida de audición repentina, pero se trata de una urgencia médica que requiere atención inmediata.
Pérdida auditiva combinada
En algunos casos, las personas con problemas de audición pueden padecer una forma especialmente compleja de pérdida auditiva conocida como pérdida auditiva mixta. Esta forma de pérdida auditiva se caracteriza por incluir elementos tanto de pérdida auditiva conductiva como de pérdida auditiva neurosensorial. En sentido estricto, tanto el trayecto del sonido a través del oído como la capacidad del oído interno para interpretar y enviar correctamente el sonido al cerebro están alterados.
Esto puede provocar una pérdida de audición significativa y plantear un reto particular en el tratamiento, ya que se ven afectados ambos aspectos del proceso auditivo. No obstante, existen diversos enfoques médicos y técnicos para tratar esta compleja forma de pérdida auditiva y mejorar la calidad de vida de los afectados.
¿Cómo se reconoce la pérdida de audición?
A veces puede resultar difícil identificar una pérdida auditiva, sobre todo en las primeras fases o cuando el grado de pérdida auditiva es leve. En muchos casos, la pérdida auditiva no es evidente y puede adoptar formas sutiles que dificultan la identificación de la presencia de una deficiencia. Ciertos sonidos, especialmente los de bajo volumen o determinadas frecuencias, pueden resultar difíciles de oír o incluso inaudibles.
Algunos de los primeros signos de pérdida de audición pueden ser la sensación de que la gente a su alrededor murmura, la dificultad para seguir conversaciones en ambientes ruidosos o pedir con frecuencia que se suba el volumen de la televisión o la radio. Además, la tendencia a retirarse de las interacciones sociales debido a la dificultad para seguir las conversaciones también puede ser un indicio de una posible pérdida auditiva.
Un audiograma, un tipo de prueba de audición, puede ayudar a determinar el grado y el tipo de pérdida auditiva. Esta prueba utiliza diferentes frecuencias y volúmenes de sonidos para determinar la capacidad auditiva específica de una persona.
Opciones de tratamiento de la pérdida de audición
La elección del tratamiento adecuado para la pérdida de audición depende en gran medida del tipo y el grado específicos de pérdida de audición que experimente una persona. Existen diversas intervenciones terapéuticas para mejorar la capacidad del individuo para percibir el sonido y mejorar así su calidad de vida.
Una de las soluciones más comunes para las personas con pérdida de audición, sobre todo neurosensorial, es el uso de audífonos. Los audífonos son dispositivos de alta tecnología que captan las ondas sonoras y las amplifican para que sean más fáciles de oír por las partes del oído que aún funcionan. Pueden adaptarse a las necesidades auditivas específicas de cada persona, con distintos modelos disponibles para diferentes grados y tipos de pérdida auditiva.
Para los casos de pérdida auditiva profunda en los que los audífonos no pueden ayudar lo suficiente, un implante coclear puede ser una opción posible. Los implantes cocleares son dispositivos médicos avanzados que se colocan quirúrgicamente en el oído y utilizan impulsos eléctricos para asumir la función de las partes dañadas o no funcionales del oído interno. Estos impulsos se envían directamente al nervio auditivo, evitando las zonas dañadas y permitiendo al cerebro recibir información sonora.
En algunos casos, también puede haber otras opciones de tratamiento. Entre ellas se incluyen los procedimientos quirúrgicos para tratar determinados tipos de pérdida de audición conductiva, la terapia farmacológica para tratar determinados tipos de pérdida de audición debida a infecciones o inflamaciones y la rehabilitación audiológica, que proporciona técnicas y estrategias para mejorar las habilidades auditivas y la capacidad de comunicación.
Apoyo en la vida cotidiana: procesador de sonido para TV
Otra solución innovadora para mejorar la calidad de audición en la vida cotidiana son los amplificadores de audición para televisión, como el OSKAR de faller audio. Gracias a una optimización especial de los diálogos, OSKAR permite a los usuarios comprender mejor los diálogos y el habla de la televisión, un complemento perfecto para los audífonos. Esto hace que ver la televisión vuelva a ser una experiencia relajada y agradable, incluso para las personas con pérdida auditiva.